Quien ama mucho, hace mucho. Quien hace bien lo que tiene que hacer, mucho hace. Muy buena obra hace quien se preocupa más por ser útil al grupo donde vive, que por hacer sus propios antojos.
Muchas veces parece caridad lo que solamente es seguir las inclinaciones de la propia naturaleza.
Porque raras veces no están nuestras acciones maniobradas por las propias inclinaciones naturales, por el deseo de recompensas y de obtener ventajas
