Busca tiempo oportuno para ocuparte de ti mismo, y con frecuencia recuerda y piensa en los beneficios de Dios

Deja las lecturas inútiles de mera curiosidad. Lee tales cosas que e sirvan más para arrepentirte que para divertirte, que te sirvan más para conversión que para distracción.
Si te abstienes de andar hablando de cosas inútiles, y de andar escuchando rumores, noticias y novedades, encontrarás tiempo suficiente y oportuno para dedicarte a santas meditaciones.
Los más grandes santos evitaban lo más posible el bullicio de la gente y preferían servir a Dios en la soledad.
Imitación de Cristo (Tomás de Kempis)