Santo Sacrificio de la Misa


Si mucho recibimos de alguien, mucho tenemos obligación de agradecerle, de lo contrario, pasaríamos por ingratos.
Colmados por Dios de beneficios sin número, no podemos menos de preguntarnos con David, (Salmo 65,12) ¿Cómo corresponderé yo al Señor por tanto como me ha dado?; y con el profeta Miqueas (Miqueas 6, 6) ¿Qué puedo ofrecer al Altísimo que sea digno de Él?; o también con el joven Tobías (Tobías 12, 2); ¿Qué le daremos que iguale a sus servicios?
Escuchad la respuesta de David (Salmo 44,14): Inmolad a vuestro Dios un sacrificio de Alabanza, y dirigid vuestros ruegos y promesas al Altísimo. ¿Cuál es este sacrificio de alabanza, sino la Santa Misa? ¿y cómo daremos mejor gracias a nuestro Bienhechor, sino asistiendo a ella devotamente?
El Divino Sacrificio ha sido instituido, para proporcionarnos un medio de manifestar a Dios nuestro reconocimiento
Ireneo quiere decir, si por nosotros mismos no tenemos nada adecuado que ofrecer al Cielo, Jesucristo nos ha legado en su mística inmolación un don proporcionado a nuestra deuda.
Contra los Herejes, Libro IV. Capítulo XXII (Ireneo, fué obispo de Lyon Francia, murió en 202, Fué discípulo de San Policarpo quien fue discípulo de San Juan Evangelista. San Ireneo defendió la fe recibida de los Apóstoles porque ya en su tiempo habían sectas llamadas gnósticas que falsificaban la Fe cristiana auténtica que es la Fe católica)
Explicación de la Santa Misa (R Padre Martin de Cochem)

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

Deja un comentario