Barrabás



No fue Jesús de Nazaret el único detenido la víspera de aquella Pascua; había uno más muy conocido por todos al punto tal que San Juan nos dice que «Barrabás era un bandido» (Jn 18, 40), en griego la palabra utilizada era lestés, modelo para designar en Judea a los zelotes, «guerrilleros» o «terroristas» que luchaban contra la ocupación romana por la liberación política de Israel.

Blinzler da el matiz preciso y propone traducirlo por agitador e incluso combatiente por la resistencia, lo que implica claramente que era un preso político. Era alguien que había matado; no se trataba de un vulgar asesino, sino de un miembro de la resistencia que había ocasionado una muerte durante una insurrección: «Se hallaba en prisión uno llamado Barrabás, con otros sediciosos que en un motín habían cometido un homicidio» (Mc 15,7). San Mateo, por su parte, dice que Barrabás era un «preso famoso» (Mt 27,16), alguien de quien los destinatarios de su texto habrían oído hablar (Mateo escribe para los judíos); en cambio, Marcos, que escribe para los cristianos que están en Roma y que poco y nada conocían del personaje, dice simplemente en griego que había un tal «legómenos Barabbás» (“ uno llamado Barrabás”); nada más.

Todo hace pensar que los dos ladrones crucificados junto a Jesús, debían formar parte del comando guerrillero de Barrabás, aunque esto no es seguro. En aquel grupo de destinados a la muerte–no había otra pena posible para los delitos que se les imputaba– Jesús había tomado de forma inesperada el lugar de su jefe, Barrabás.

El carácter político de Barrabás queda también confirmado por su nombre: Bar Abbas significa en arameo, Hijo del Padre. Se trata de un apelativo mesiánico, de una especie de nombre de guerra, muy similar a los atribuidos a los jefes de las rebeliones contra los romanos, a la vez políticas y religiosas. También hay indicios históricos que avalan la tesis de que, el supuesto bandido–coincidentemente– se habría llamado Jesús, como lo señala el mismo Orígenes a partir de varios manuscritos del Evangelio donde se contenía el nombre completo: Jesús Barrabás. Más tarde se habría procedido a una eliminación del nombre «Jesús», como admite el propio Orígenes; pero todavía existen manuscritos fidedignos que así lo contienen[ 69]. Con el tiempo desaparecerá el primer nombre en las versiones neotestamentarias, posiblemente a raíz de que los primeros cristianos, no veían conveniente que un bandido llevara el nombre de Jesús.

Barrabás, por su parte, tenía el apoyo del Sanedrín, compuesto mayoritariamente por saduceos, colaboracionistas de los romanos y detestados por muchos, de allí que, al momento de tener que elegir entre la vida de Jesús o la suya, hasta los mismos saduceos lo apoyasen para ganarse el aplauso del pueblo, como señala Flusser: «el único medio de evitar una revuelta era salvar al menos la vida de Barrabás, que, como luchador por la independencia, debía ser alguien muy querido por la multitud»

¡Crucifícalo!: Análisis histórico-legal de un deidicio
Javier Olivera Ravasi

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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