Aleluya, aleluya
Si quieres, puedes limpiarme.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo.
En aquel tiempo, al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente. En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo: ─Señor, si quieres, puedes limpiarme. Extendió la mano y lo tocó diciendo: ¡Quiero, queda limpio ! Y enseguida quedó limpio de la lepra. Jesús le dijo: No se lo digas a nadie, pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés.
Palabra del Señor