“Yo, María Virgen, Sierva de Dios, Nuestro Señor, y humildísima Madre de Jesucristo, Hijo de Dios Todopoderoso y Eterno, saludo a todos los que habitan en Mesina. A todos les deseo salud y bendición en Nuestro Señor. Ya habéis aprendido algo de los embajadores que se os han enviado, y habéis recibido el Evangelio, reconociendo que el Hijo de Dios se hizo Hombre, y que sufrió Su Pasión y muerte por la salvacion del mundo. También habéis aprendido que El es el Cristo y el verdadero Mesías. Haced esfuerzos de perseverar, os suplico. Y mientras tanto, os prometo a vosotros y a toda vuestra posteridad, Mi asistencia en la presencia de Mi Hijo.”
María, Virgen, humildísima Sierva de Dios