O Jesús, en Vuestra amarga Pasión habéis sido el “Reproche de los Hombres y el Hombre de Dolor”. Venero Vuestra Santa Faz en la cual ha resplandecido la belleza y mansedumbre de Vuestra Divinidad. En esas facciones tan desfiguradas, reconozco Vuestro Amor infinito, y anhelo amaros y haceros amar…
¡Concededme la dicha de contemplar Vuestra gloriosa Faz en el Cielo!