El cónclave de la Primera Guerra Mundial
El cónclave papal de 1914 se reunió once días después de la muerte del papa Pio X. Antes de esto, un nacionalista bosnio-serbio-yugoslavo llamado Gavrilo Princip asesinó al archiduque austro-húngaro Franz Ferdinand en Sarajevo el 28 de junio de 1914. La crisis de julio dividió a Europa en dos coaliciones: por un lado Gran Bretaña, Francia y Rusia y por el otro Alemania, el impero austro-húngaro e Italia. El cónclave de 1914 reunió a cardenales de ambos bandos enfrentados así como de todas las naciones Participaron y votaron cincuenta y siete cardenales. Ocho no pudieron asistir debido a enfermedad o distancia, como los dos cardenales americanos y el cardenal canadiense, que llegaron tarde para la votación. El cónclave duró cuatro días y hubo diez votaciones. Inicialmente, tres cardenales resultaron favorecidos.
El cardenal Domenico Serafini era el sucesor moral de Pio X. Era un decidido ultraconservador y deseaba continuar con los protocolos antimodernistas de Pío X.
Al otro lado se situaba el cardenal liberal Pietro Maffi, de Pisa.
Situado entre Serafini, a la derecha, y Maffi, a la izquierda, se encontraba el candidato de compromiso: el cardenal Giacomo della Chiesa, de Bolonia
Los tres cardenales contaban con el mismo apoyo. En la quinta votación, el progresista Maffi perdió apoyo y dejó la carrera por la elección a Serafini y della Chiesa. Los seguidores de Maffi cambiaron gradualmente hacia della Chiesa, y en la décima votación, della Chiesa obtuvo la mayoría de los dos tercios reque rida. Hubo un recuento posterior porque della Chiesa habia ganado la mayoría de dos tercios tan sólo por un voto, y el piadoso cardenal Rafael Merry del Val se dio cuenta de que si della Chiesa había votado por sí mismo, la votación era in- válida. Cuando se comprobaron los votos quedó claro que della Chiesa no había votado por sí mismo. La elección, por tanto, era firme, El cardenal della Chiesa, elegido a la edad de cincuenta y nueve años, tomó el nombre de Benedicto XV. Fue conocido como Il Piccoletto, o «el pequeñito», y tuvieron que subirle rápidamente el dobladillo de la sotana papal para adaptarla a su estatura. Inmediatamente declaró que la Santa Sede permanecería neutral en la Primera Guerra Mundial, a la que denominó «el suicidio de Europa» La guerra había interrumpido el trabajo misionero católico en el mundo. El papa Benedicto XV trató de revitalizar las misiones. En 1917, promulgó el Código de Derecho Canónico iniciado por Su predecesor, Pío X. Canonizó a santa
Juana de Arco y santa Margarita María de Alacoque. Aprobó la fiesta de María Mediadora de todas las gracias autorizando una Misa y el Oficio bajo este título en las diócesis de Bélgica, Y lo más importante, el papa Benedicto continuó su lucha contra el modernismo con su Ad beatissimi Apostolorum. También mantuvo las excomuniones impuestas al modernismo por Pio X a pesar de las afrmaciones iniciales que sostenían que era un teólogo moderado. El papa Be- nedicto XV murió de neumonia el 22 de enero de 1922 . Su pontificado es conocido no tanto por su liderazgo como por lo que sucedió durante su reinado. Hacia el final de la guerra, del 13 de mayo al 13 de octubre de 1917, se apareció Nuestra Señora en Fátima, Portugal. Algunos teólogos e historiadores han relacionado la carta pastoral del papa Benedicto XV del 5 de mayo de 1917 con el comienzo de las apariciones de Fátima ocho días después. En su carta, el papa agregó formalmente el título de «Reina de la paz» a las letanías lauretanas, y pedía el fin de la Guerra Mundial por la intercesión de la Santísima Virgen María:
Nuestra voz suplicante, invocando el final del gran conflicto, el suicidio de la Europa civilizada, fue y ha sido desde entonces, ignorada.Es más, parecía que la oscura marea del odio se hacía mayor y más fuerte en las naciones be- ligerantes, empujando a otras naciones a su espantosa locura, multiplicando la ruina y las masacres. Sin embargo, nuestra confianza no ha menguado. Elevemos, por tanto, a María, que es Madre de Misericordia y todopoderosa por gracia, desde todos los rincones de la tierra, en los majestuosos templos y las capillas más pequeñas, desde los palacios y las ricas mansiones de los grandes, así como desde las más humildes moradas… desde los campos . los mares ensangrentados, la pía, devota invocación y llevemos hasta ella el grito angustiado de madres y esposas, el gemido de niños inocentes, el suspiro de todos los corazones nobles: que mueva Su tierna y benigna solicitud para traer a este mundo asolado la deseada paz. Benedicto XV, Carta del 27 de abril de 1915
Es milagroso y providencial que, ocho días después, comenzasen las visiones de Fátima y que, ese mismo dia, el papa Benedicto XV consagrase a Eugenio Pacelli como obispo. Eugenio Pacelli se convertiria en el papa Pio XII y, como tal sería conocido como el papa de Fátima
TAYLOR R. MARSHALL. INFILTRACIÓN, EL COMPLOT PARA DESTRUIR LA IGLESIA DESDE DENTRO
