Concédenos el don de una clara inteligencia, el conocimiento del bien y buena voluntad de ejercitarlo
Archivo de categoría: Oración del día
Oración
Ven, Oh Bendito Espíritu de Conocimiento, y concédeme que pueda percibir la voluntad del Padre; muéstrame la nulidad de las cosas de la tierra, que tenga idea de su vanidad y las use sólo para tu gloria y mi propia salvación, siempre por encima de ellas mirándote a Ti y tus premios eternos. Amén
Oración
Ven, Oh Bendito Espíritu de Piedad, toma posesión de mi corazón. Enciende dentro mío tal amor por Dios que encuentre satisfacción sólo en su servicio, y por amor a Él me someta amorosamente a toda legítima autoridad. Amén
Oración
Quien está lleno del don de Piedad no encuentra la práctica de la religión como deber pesado sino como deleitante servicio. Donde hay amor no hay trabajo
Oración
Piedad. Nos inspira, por amor a Él, a amar y respetar a las personas y cosas a Él consagradas, así como aquellos que están envestidos con su autoridad, su Santísima Madre y los Santos, la Iglesia y su cabeza visible, nuestros padres y superiores, nuestro país y sus gobernantes
Oración
El don de Piedad suscita en nuestros corazones una filial afección por Dios como nuestro amorosísimo Padre
Oración
El temor de Dios que te eleva, no desde el pensamiento del infierno, sino del sentimiento de reverencia y filial sumisión a nuestro Padre Celestial
Oración
Omnipotente y eterno Dios, que has condescendido para regenerarnos con el agua y el Espíritu Santo, y nos has dado el perdón de todos los pecados, permite enviar del cielo sobre nosotros los siete dones de tu Espíritu, el Espíritu de Sabiduría y de Entendimiento, el Espíritu de Consejo y de Fortaleza, el Espíritu deSigue leyendo «Oración»
Oración
Sea yo, Jesús mío, desde hoy, todo para Ti, como Tú los eres para mi. Que te ame yo siempre, como te amaron los Apóstoles; y mis labios besen tus benditos pies, como los besó la Magdalena convertida
Oración
¡Señor! Vuelve hacia nosotros tus ojos misericordiosos; pon en nuestros pensamientos una ráfaga de la luz de tu Rostro, y en nuestros corazones una centellita siquiera del fuego que abrasa tu dulcísimo Corazón