<La humildad del hombre de ciencia>

Nos resulta dificil en extremo creer que un hombre capaz de allanar montañas y dividir mares de derrumbar templos y alargar los brazos hacia las estrellas, sea en realidad un señor viejo y tranquilo que sólo pide que le permitan mantener su inofensivo pasatiempo, que le permitan hacer caso de lo que le dicta suSigue leyendo «<La humildad del hombre de ciencia>»

La apreciación auténtica

La verdad es que toda apreciación auténtica se basa en cierto misterio, en cierta oscuridad, en cierta humildad. Quien dijo: <Bienaventurado el que no espera nada, pues no se verá decepcionado>, pronunció una máxima equivocada. La verdadera es <Bienaventurado el que no espera nada, pues se verá gloriosamente sorprendido>. El que no espera nada veSigue leyendo «La apreciación auténtica»