Pero ¿cómo era por fuera?

Según las crónicas de la época y algunos retratos que nos han llegado, Isabel era de una belleza singular: elegante, alta, rubia y de ojos azul verdosos. Una mujer con todas las letras que no evitaba usar su belleza cuando debía hacerlo pero que escapaba a la exposición sin sentido por su recato singular. UnoSigue leyendo «Pero ¿cómo era por fuera?»