Señor Dios, que no cesas de enaltecer a tus siervos con la gloria de la santidad, concédenos que el Espíritu Santo nos encienda en aquel mismo fuego con que abrasó el corazón de san Felipe Neri. Por nuestro Señor Jesucristo
Señor Dios, que no cesas de enaltecer a tus siervos con la gloria de la santidad, concédenos que el Espíritu Santo nos encienda en aquel mismo fuego con que abrasó el corazón de san Felipe Neri. Por nuestro Señor Jesucristo