Padre clementísimo, tu unigénito Hijo, Jesucristo nuestro Señor, aquí derramó lágrimas de compasión por las futuras desdichas de Jerusalén, compadécete de nosotros, tus fieles, y haz que la confesión de nuestras culpas nos obtengan tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo