Tumba Santa Cecilia, Catacumba de San Calixto Roma
El descubrimiento del cuerpo admirablemente (milagrosamente) conservado causó enorme conmoción por la forma en que se presentaba: Reclinado sobre la superficie del nicho, vestido con una simple túnica, con la cabeza envuelta en un lienzo y girada, mostrando el tajo mortal en el cuello. Pero en la disposición del cuerpo, más que las huellas del martirio, resaltaba la peculiar disposición de las manos: La derecha con el pulgar, índice y corazón extendidos; la izquierda, con el índice sólo.
Era una forma cristiana de significar la fe en la Trinidad de Dios: Un Dios-Tres Personas. Un credo abreviado, tan plástico y comprensible cómo el lenguaje gestual de los mudos y los sordos, tan elocuente en la patética figura de Cecilia.
