Señor Dios, que hablaste por medio de tu Apóstol Santiago: ¿Quién de vosotros es débil? traiga a los ancianos de la Iglesia y ore por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor: y la oración de los fieles salvará al enfermo, y el Señor lo aliviará: y si está en pecado, le serán perdonados; cuida, te suplicamos, Redentor nuestro, por la gracia del Espíritu Santo, la languidez de este enfermo, y cura sus heridas, y perdona sus pecados, y aleja de él todos los dolores de la mente y del cuerpo, y misericordiosamente restaurarlo a la salud completa por dentro y por fuera, para que, con la ayuda de la misericordia tu restaurado (-a), se restablezca el oficio original: Tú que vives y reinas con el Padre y el mismo Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos