Libradnos, Señor, os rogamos, de todos los males pasados, presentes y futuros, y por la intercesión de la santa y gloriosa siempre Virgen María, Madre de Dios, con vuestros santos Apóstoles Pedro y Pablo, Andrés y todos los Santos , concedednos propicio la paz en nuestros días; para que ayudados con el auxilio de vuestra misericordia, seamos libres de pecados y seguros de toda perturbación.