Gramsci un término central de su filosofía, y que
tiene la mayor importancia político-cultural:
<hegemonía>. Si bien esta palabra la habían utilizado antes otros marxistas como Lenin o Plejanov, en Gramsci tomará un sentido propio. En el texto <Algunos temas de la cuestión meridional> es donde la palabra en cuestión aparece una de las primeras veces bajo su pluma. Aquí, Gramsci abordará el problema de la división existente entre la Italia industrial del norte y la Italia agraria del sur, y el consecuente rol hegemonico que debe asumir la clase obrera frente al campesinado que en términos leninistas, significa el problema de generar una alianza de clases entre la clase obrera y el campesinado, en la cual el primero lleve la conducción (<Golpear juntos, marchar separados> decía Lenin). Gramsci describe la hegemonía en estos términos prácticos: <El proletariado puede convertirse en clase dirigente y dominante en la medida en que consigue crear un sistema de alianzas de clase que le permita movilizar contra el capitalismo y el Estado burgués a la mayoría de la población trabajadora>. Hasta aquí, leninismo puro y duro. Pero, inmediatamente después, agrega que esto será posible <en la medida en que consigue obtener el consenso de las amplias masas
campesinas>. Este consenso es una función de
<comprender las exigencias de clase que representan [los campesinos], incorporar esas exigencias a su programa revolucionario de transición, plantear esas exigencias entre sus reivindicaciones de lucha>.
La hegemonía no se plantea ya como una
mera alianza táctica, sino como una articulación
consensuada: la idea de <comprender>, <incorporar> y <plantear> las exigencias de los grupos campesinos parece ir más allá de una simple alianza pasajera.
Antonio Gramsci, Antología. Volumen 1 (Buenos Aires: Siglo XXI, 2014), p. 192
