In Sent. 1 d.37 q.l a.1: 2 d.l q:l a.4; Cont. Gentes 3 67.
Objeciones por Las que parece que Dios no está en todas las cosas:
1. Lo que está sobre todo no está en todo. Pero Dios está sobre todo, siguiendo aquello del Sal 112,4: Excelso es el Señor sobre todos los pueblos. Luego Dios no está en todas las cosas
2. Más aún. Lo que está en algo, está contenido. Pero Dios no está contenido por las cosas, sino que, más bien, Dios contiene lo creado. Luego Dios no está en las cosas sino, más bien, las cosas están en Él. De ahí que Agustin en el libro Octoginta trium quaest diga que todas las cosas están en El más que El en parte alguna.
3. Todavía más. Cuanto más poderoso es un agente, tanto más lejos llega su eficacia. Pero Dios es el más poderoso agente. Luego su acción puede llegar hasta las cosas más distantes de El; no siendo necesario que esté en todas las cosas.
4. Por último. También los demonios son realidades creadas. Pero Dios no está en los demonios, ya que, como se dice en 2 Cor 6,14, no hay comunión posible entre la luz y las tinieblas. Luego Dios no está en todas las cosas. En cambio, allí donde algo actúa, allí está presente. Pero Dios actúa en todos, según aquello de Is 26,12: Señor, Tú lo has hecho todo en nosotros. Luego Dios está en todas las cosas.
Solución. Hay que decir: Dios está en todas las cosas, no dividiendo su esencia, o por accidente, sino como el agente está presente en lo que hace. Es imprescindible que el agente esté en contacto con lo que hace directamente y lo llene con su poder. En el VII Physic.? se prueba que el motor y lo movido van juntos. Como quiera que Dios es por esencia el mismo ser, es necesario que el ser creado sea su propio efecto, como quemar es el efecto propio del fuego. Este efecto lo causa Dios en las cosas no sólo cuando empiezan a existir, sino a lo largo de su existir, como la luz que el sol provoca en el aire se mantiene mientras el aire está iluminado. Así, pues, cuanto más existe una cosa, tanto más es necesaria en ella la presencia de Dios según el modo propio de ser. Además, el ser es lo más íntimo de una cosa, lo que más la penetra, ya que es lo formal de todo lo que hay en la realidad, como quedó demostrado (q:4 a.1 ad 3). Por todo lo cual se concluye que Dios está en todas las cosas íntimamente
Respuesta a las objeciones:
1. A la primera hay que decir: Dios está sobre todo por la excelencia de su naturaleza; sin embargo, está en todas las cosas como causa de su ser, como se dijo anteriormente (sol.).
2. A la segunda hay que decir: Puede decirse que lo corporal está en algo como en su continente; sin embargo, lo espiritual contiene aquello en lo que está, como el alma contiene el cuerpo De ahí que Dios esté en todas las cosas como el que contiene la realidad. Sin embargo, por cierta semejanza con lo corporal, se dice que todas las cosas están en Dios en cuanto están contenidas por Él.
3. A la tercera hay que decir: No hay acción de ningún agente, sea cual sea su fuerza, que llegue a algo distante sin mediación. Pero corresponde a la absoluta fuerza de Dios obrar directamente en todos. De ahí que nada esté distante de Él, pues nada hay que no tenga en si a Dios. Sin embargo, se dice que las cosas están distantes de Dios por la desemejanza de naturaleza y de gracia, pues El es superior a todo por la excelencia de su naturaleza.
4. A la cuarta hay que decir: En los demonios hay que distinguir entre su naturaleza, que proviene de Dios, y su culpa, que no proviene de Él. Así, no es admisible en absoluto sostener que Dios esté en los demonios, sino sólo añadiendo: en cuanto son determinadas cosas. Por otra parte, en las cosas cuya naturaleza no está deformada, se puede sostener absolutamente que Dios está presente
Summa theologiæ, Thomas Aquinos
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