La esencia divina, ¿puede o no puede ser vista con los ojos corporales?


2-2 0175 24 in Sent 4, 044 02 22, 11 11th 05, l 10 c.1 lect.11.

Objeciones por las que parece que la esencia divina puede ser vista con los ojos corporales:
1. Dice Job 19,26: En mi carne veré a Dios: y en 425: Con mis oídos te oi, y ahora mi ojos te ve
2. Más aún Dice Agustín en el 629 del último libro De Civilate Del . Ten verán, pues, aquellos ojos (los de los glorifica cardos) una capacidad mayor, no para ver con mayor agudeza que las serpientes y las águilas (pues por aguda que sea la capacidad de visión de los animales no ven más que lo corporal), sino para poder ver también lo incorpóreo. Todo aquel que puede ver lo incorpóreo, puede ser elevado para ver a Dios. Por tanto, el ojo glorificado puede ver a Dios.
3. Todavía más. Dios puede ser visto por el hombre con su imaginación Dice Is 6,1: Vi al Señor sentado sobre el trono, etc. Pero dicha imaginación tiene su origen en el sentido, pues la fantasía es un movimiento provocado por el sentido en acto, tal como se dice en el III de Anima’. Luego Dios puede ser visto con percepción sensitiva.

En cambio está lo que dice Agustín a Paulina en su libro De videndo Deum 12, Ni en esta vida ni en la de los ángeles nunca nadie vio, tal como se ven las cosas con los ojos corporales, a Dios tal cual es.

Solución. Hay que decir: Es imposible ver a Dios con el sentido de la vista o con cualquier otro sentido facultad sensitiva. Toda facultad de este tipo es acto de un órgano corporal, como veremos (a.4; q.78 a.1). Y todo acto es proporcionado a su sujeto. De ahí que ninguna facultad de este tipo pueda ir más allá de lo corpóreo. Como se demostró (q:3 a.1), Dios es incorpóreo. De ahi que ni el sentido ni la imaginación lo pueden ver, sino sólo el entendimiento.

Respuesta a las objeciones:
1. A la primera hay que decir: Cuando se dice: En mi carne veré a Dios, mi Salvador (Job 19,26), no hay que entender que el ojo de la carne verá a Dios, sino que, siendo carnal, después de la resurrección verá a Dios. Asimismo, al decir: Mi ojo ahora te ve (Job 42,5), hay que entender el ojo del alma, como dice el Apóstol en Ef 1,17s.: Que os conceda el espiritu de la sabiduría para conocerle, iluminados los ojos de vuestro corazón
2. A la segunda hay que decir: El texto de Agustín es analítico y está condicionado por el contexto. Pues antes dicel (Los ojos glorificados) tendrian un poder muy distinto si con ellos se viera la naturaleza incorpórea. Y después añade: Resulta muy creible que entonces veremos con inmensa claridad el mundo del cielo nuevo y de la tierra nueva, con Dios omnipresente y gobernando el universo y lo corporal, pero no como contemplamos ahora lo invisible de Dios, a través de lo creado, sino como contemplamos a los hombres con los que convivimosy entre quienes nos movemos, pues no creemos que viven, sino que lo vemos. Esto aclara que no se esta refiriendo a que los ojos glorificados verán a Dios como nosotros vemos la vida de alguien. Además, la vida no se ve con el ojo corporal de forma directa, sino accidentalmente, es decir, como algo que los sentidos no perciben en ella misma, sino que otra facultad percibe cuando llega a los sentidos. El hecho de que con los ojos corporales se llegue a conocer la presencia divina por el entendimiento, se debe a dos razones: a la perspicacia del entendimiento y al resplandor de la claridad divina en los cuerpos renovados.
3. A la tercera hay que decir: En la imaginación no se ve la esencia de Dios. Sino que en la imaginación se crea alguna forma que representa a Dios por alguna semejanza, como en las divinas Escrituras lo divino es descrito metafóricamente con realidades sensibles.

Summa theologiæ, Thomas Aquinos

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Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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