Magnificencia



ese habito bueno que hace que no se escatimen gastos ni esfuerzos al momento de hacer obras grandes. Es el mismo criterio que utilizamos al momento de una fiesta de bodas, donde los padres, conociendo la importancia del caso, no ahorran esfuerzo para que sus hijos hagan de ese día una jornada memorable.

Todos los santos, incluso aquellos que descollaron por su vida austera y dedicada a los más necesitados, nos dan ejemplo de ello: el Santo Cura de Ars era capaz de caminar varios kilómetros bajo la nieve para ahorrarse el pasaje de tren y así poder usar ese dinero en comprar cálices u ornamentos dignos del altar

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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