No dudaba San Bernardo en proclamar las virtudes de los monjes-guerreros, ni siquiera de llamarlos mártires Si morían en combate, testimoniando a Cristo con las armas. Las palabras que usaba quizás Puedan resultar hirientes a los oídos actuales que están dispuestos a soportarlo todo en aras de lo políticamente correcto. No era ésta la actitud del santo doctor y luminaria de la Iglesia:
Marchad, pues, soldados, seguros al combate y cargad valientes contra los enemigos de la cruz de Cristo, ciertos de que ni la vida ni la muerte poďrá privarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús, quien OS acompaña en todo momento de peligro diciéndoos: Si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor. iCon cuánta gloria vuelven los que han vencido en una batalla! Qué felices mueren los mártires en el combate! Alégrate, valeroso atleta, si vives y vences en el Señor; pero salta de gozo y de gloria si mueres y te unes intimamente con el Señor. Porque tu vida será fecunda y gloriosa tu victoria; pero una muerte santa es mucho más apetecible que todo eso. Si son dichosos los que mueren en el Señor, ino lo serán mucho más los que mueren por el Señor?
Bernardo de claraval
