busca reinterpretar la historia bíblica, así como la filosofía católica, la teología y la liturgia, a través del moderno prisma de la ciencia racional y la filosofía posilustrada. En un comienzo esto podría sonar admirable. Uno podría preguntarse: ¿No debería aculturarse la fe católica al mundo moderno para hacer que la fe sea más atractiva? ¿Acaso no citaba Pablo a filósofos no católicos? ¿No empleó Agustin el platonismo? ¿No se reconcilió Tomás de Aquino con Aristóteles? Por qué no reconciliar a Kant, Hegel, o incluso a Nietzsche, con el catolicismo?».
Los Apóstoles, los Padres de la Iglesia y los escolásticos «saquearon a los egipcios» y emplearon a menudo los escritos pensamientos y analogías de los paganos que les precedieron El modernismo, sin embargo, se originó tras el rechazo a la tradición intelectual católica. Sócrates vivió antes de Cristo. Su sistema filosófico no estaba contra el cristianismo per se. Era precristiano. Lo mismo sucede con los platónicos, los aristotélicos y la mayoría de los pensadores estoicos
Pero la filosofia de Kant o Hegel es decididamente poscristiana y busca reemplazar la fe católica con algo nuevo y mejor. Por consiguiente, el modernismo intenta hacer lo imposible: reinterpretar el catolicismo con un sistema moderno que rechace el cristianismo
Las características del modernismo, según PÍO X son tres.
La primera característica es el análisis crítico y racional para «desmitologizar» la Sagrada Escritura. Para los modernistas, la Biblia es una importante colección de leyendas redactadas por gente poderosa para transmitir un mensaje. Se pone en duda la existencia de Noé, Abraham, Moisés y David. Incluso los cuatro evangelios son cuestionados por sus relatos de milagros. Siguiendo el presunto naturalismo de la masonería, el modernismo rechaza cualquier cosa que sea ciertamente sobrenatural. Por ejemplo, cuando Nuestro Señor Jesucristo multiplicó los panes y los peces, realmente se trataría del «milagro de compartir». No sucedió nada sobrenatural que incrementase la cantidad de comida disponible. La expulsión de los demonios que realiza Cristo, según explican los modernistas, es una historia simbólica sobre la aportación de la paz psicológica a las personas atribuladas Jesús caminando sobre las aguas no es más que una manera literaria de representarle sobreponiéndose a los problemas del mundo. Cuando Cristo dice a sus apóstoles «este es mi cuerpo» les está pidiendo que le recuerden. El pan no se convierte en nada sobrenatural. Todo tiene una explicación natural.
La segunda característica del modernismo es el secularismo y la fraternidad universal. Santo Tomás de Aquino enseñó, acertadamente, que la gracia sana y eleva la naturaleza. El orden de la realidad es que lo sobrenatural reina sobre lo natural. Con la negación modernista de lo sobrenatural, lo secular y lo político se convierten en prioridad. Los conceptos de bienaventuranza y salvación son reinterpretados como metas seculares o políticas. Esto reduce al clero a activistas políticos y degrada al papa a ser un mero coach inspirador para las naciones seculares. Es tal la separación entre la Iglesia y el Estado que la Iglesia ya no tiene relevancia en la esfera pública La religión es privada
El tercer plano del modernismo es el rechazo de lo que los católicos conocen como bien (moral), verdad (doctrina) y belleza (estética). El tenido sistema de pecado original, pecado venial, pecado mortal, ser perdonado y sanado por la redención en Cristo es abandonado. Se promueve la moral relativista. Los modernistas proclaman que la doctrina debe ser siempre «pastoral», no «verdadera». Y las artes, las estatuas, la arquitectura y la música de la Iglesia católica son abandonadas en favor de lo vulgar, lo moderno y lo útil.
Cualquier católico que viva en el tercer milenio inmediatamente reconocerá e identificará los restos del modernismo que continúan pudriendo la Iglesia católica. La Escritura no se lee en absoluto y no se explica en las homilías. Cuántas veces habéis oído «Mateo no escribió realmente esto» o «Pablo, de hecho, no escribió eso»? El papa y los cardenales, generalmente, quedan reducidos a meros animadores del globalismo, la migración y la distribución de los bienes. La moral católica ha decaído. La herejía se predica desde el púlpito y las que una vez fueron gloriosas iglesias han sido reformadas para eliminar las imágenes del santuario en favor de su mera utilidad como «espacio de culto»
TAYLOR R. MARSHALL. INFILTRACIÓN, EL COMPLOT PARA DESTRUIR LA IGLESIA DESDE DENTRO
