Don Romolo Murri



El desvio a la izquierda del catolicismo social italiano está estrechamente asociado a la figura del sacerdote don Romolo Murri, inspirador de la Democracia Cristiana no solo en Italia sino también en América Latina. Del estudioso marxista Antonio Labriola, su profesor en la Facultad de Letras de Roma, Murri tomó, como él mismo recuerda, «el sentido de la historia, o sea del desarrollo y, sobre todo, la idea del proletariado. Absorbí también íntimamente el interés y la simpatía por el mundo moderno»>. Según el lider de la corriente democrática cristiana, el marxismo de Labriola era «un excelente instrumento con el fin de rendir cuenta de las cosas del tiempo y de corregir las graves deficiencias en la mentalidad dominante en los ambientes católicos

Excepto el ateísmo, don Murri utilizaba pues el marxismo como instrumento de análisis de la realidad social y política, de forma semejante a lo que harán medio siglo después los teólogos de la liberación Murri inspiró la formación de grupos de jóvenes llamados Fasci Democratici Cristiani. En 1896 fundó la Federazione Universitaria Cattolica Italiana, FUCI principal grupo de la izquierda católica en ese pais. Proponiéndose como la onda del futuro, los Fasci comenzaron a oponerse a la vieja guardia del catolicismo social. La polémica se hizo cada vez más áspera. Para aclarar la situación, en 1901 el papa León XIII publicó la encíclica Graves de communi, en que afronta los problemas suscitados por el movimiento cristiano-demócrata «Deber Nuestro es imponer límites a la controversia, definiendo qué deban sentir los católicos sobre el particular», empezaba el Pontífice. Sobre la «democracia cristiana», el Papa advertía: «No sea licito referir a la política el nombre de democracia cristiana, únicamente signifique la misma acción benéfica cristiana en favor del pueblo». El Papa seguia señalando que la democracia cristiana no puede ser igualitaria ni fundada sobre la lucha de clases: «Evítese asimismo, encubrir bajo la denominación de democracia cristiana, el propósito de insubordinación y oposición a las autoridades legítimas»

Insensibles a las advertencias, los demócratas cristianos continuaron impertérritos su contestación revolucionaria. En el Congreso nacional de la Opera dei Congressi en Boloña, en noviembre de 1903, ya en el pontificado de San Pio x, el encuentro entre las dos alas del catolicismo social italiano degeneró en guerra abierta.

No podemos cerrar este tema sin una referencia a las simpatías por la herejía modernista de tantos demócrata cristianos, a partir de Romolo Murri. Conduciendo revoluciones, en campos diversos pero similares en la inspiración, los dos movimientos no podían no mirarse recíprocamente con simpatía
Preocupado por la ascensión del movimiento demócrata cristiano, en diciembre de 1903 S. Pío x publicó el motu proprio Fin Dalla Prima. Se trata de un documento muy conciso, conteniendo un «Ordenamiento fundamental de la acción popular cristiana» en diecinueve puntos. La fortísima penetración de las tendencias demócrata cristianas en el catolicismo social no dejó al Papa otra salida que disolver la Obra de los Congresos, hecho ocurrido el 28 de julio de 1904 Sólo quedó abierto el grupo de estudios para la acción popular y social encabezado por el conde Estanislao Medolago-Albani, su amigo personal y confidente. El 11 de junio de 1905, el Papa publicó la encíclica Ilfermo proposito, condenando de nuevo la corriente democrática cristiana

Con inaudita insolencia, los demócrata cristianos desafiaron al Pontífice fundando en Boloña la Lega Democratica Nazionale, de abierta inspiración socialista. En la encíclica Pieni lanimo, del 28 de julio de 1906, S. Pio X prohibió «bajo pena para los clérigos de inhabilitación para las órdenes sagradas y a los sacerdotes de suspensión ipso facto a divinis, de inscribirse en la Liga democrática nacional» Don Romolo Murri fue suspendido a divinis en 1907 y excomulgado dos años después.

Además de los factores tendenciales indicados arriba, la facilidad con la que las ideas demócrata cristianas se difundieron en la Iglesia se debió también a la acción de una sociedad semisecreta, compuesta sobre todo por sacerdotes y seminaristas, descubierta en 1901. Con ramificaciones en diversos países, esta camarilla publicaba boletines mimeografiados que circulaban de mano en mano en los seminarios, embriagando los futuros sacerdotes con las nuevas ideas

JULIO LOREDO DE IZCUE. TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN, UN SALVAVIDAS DE PLOMO PARA LOS POBRES

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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