Un hombre con fe no sólo ha de mostrarse dispuesto a ser mártir, sino también a ser necio. Es absurdo afirmar que alguien está dispuesto a trabajar y a morir por sus convicciones si no está ni siquiera dispuesto a llevar una guirnalda en la cabeza por ellas
HEREJES. G.K. Chesterton
