Con esta esperanza, pues, que nuestras almas estén unidas a Aquel que es fiel en sus promesas y recto en sus juicios. El que manda que no se mienta con mayor razón no mentirá; porque nada es imposible para Dios, excepto el mentir. Por tanto, que nuestra fe en Él se enardezca dentro de nosotros, y comprendamos que todas las cosas están cercanas para Él. Con una palabra de su majestad formó el universo; y con una palabra puede destruirlo. Quién le dirá. ¿Qué has hecho?; o ¿quién resistirá el poder de su fuerza? (Sab. 12, 12, 11, 21) Cuando quiere, y si quiere, puede hacer todas las cosas; y ni una sola cosa dejará de ocurrir de las que Él ha decretado. Todas las cosas están ante su vista, y nada se escapa de su control, puesto que Los cielos declaran la gloria de Dios, y el firmamento proclamo la obra de sus manos. Un dia da palabra al otro día, y la noche proclama conocimiento a la otra noche; y no hay palabras ni discursos ni se oye voz alguna. (Sal, 19, 2-4)
Clemente de Roma, Epistola a los Corintios
Padres Apostólicos Siglo I
