La magnificencia de los dones que Él nos concede



Si alguno los considera uno por uno con sinceridad, comprenderá la magnificencia de los dones que Él nos concede. Porque de Jacob son todos los sacerdotes y levitas que ministran en el altar de Dios; de él es el Señor Jesús con respecto a la carne; de él son reyes y gobernantes y soberanos de la línea de Judá; sí, y el resto de las tribus son tenidas en un honor no pequeño, siendo así que Dios prometió diciendo: Tu simiente será como las estrellas del cielo. (Gn. 15, 5; 22, 17; 2, 4) Todos ellos fueron, pues, glorificados y engrandecidos, no por causa de ellos mismos o de sus obras, o sus actos de justicia que hicieron sino por medio de su voluntad. Y así nosotros, habiendo sido lamados por su voluntad en Cristo Jesús, no nos justificamos a nosotros mismos o por medio de nuestra propia sabiduría o entendimiento o piedad U obras que hayamos hecho en santidad de corazón, sino por medio de la fe, por la cual el Dios Todopoderoso justifica a todos los hombres que han sido desde el principio; al cual sea la gloria para siempre jamás. Amén

Clemente de Roma, Epistola a los Corintios
Padres Apostólicos Siglo I

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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