¡Bendito sea el Señor que tan de veras me ha ayudado!



Plega al Señor que no sea yo de éstos, sino que me favorezca Su Majestad para entender por descanso lo que es descanso, y por honra lo que es honra, y por deleite lo que es deleite, y no todo al revés, y ¡una higa para todos los demonios!, que ellos me temerán a mí. No entiendo estos miedos: <demonio! idemonio!>, adonde podemos decir: < Dios, Dios>, y hacerle temblar. Sí, que ya sabemos que no se puede menear si el Señor no lo permite. ¿Qué es esto? Es sin duda que tengo ya más miedo a los que tan grande le tienen al demonio que a él mismo; porque él no me puede hacer nada, y estotros, en especial si son confesores, inquietan mucho, y he pasado algunos años de tan gran trabajo, que ahora me espanto cómo lo he podido sufrir. Bendito sea el Señor que tan de veras me ha ayudado!

El libro de la vida (1565) Santa Teresa de Jesús

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

Deja un comentario