Evangelio

San Juan 19:30-35
Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: «Todo está cumplido.» E inclinando la cabeza entregó el espíritu. Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado -porque aquel sábado era muy solemne- rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él. Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis.

Palabra del Señor

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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