El proyecto transhumanista es incomprensible e inviable sin la incorporación de la variable tecnológica. Sin embargo, el concepto ‘tecnologia» es tan amplio y complejo que no cuenta con una definición rígida. Por lo tanto, podemos entenderla como la aplicación de conocimiento científico con fines prácticos o una capacidad obtenida mediante la aplicación práctica de conocimiento, pero también como la relación entre una sociedad y las herramientas que le permiten controlar su entorno. La tecnología no solo se reduce a una dimensión material. Incorpora también una dimensión inmaterial representada por el conocimiento necesario para producirla y utilizarla. Ambas dimensiones, material – representada por su condición y características fisicas-e inmaterial-el conocimiento que las concibe y con las que se aplica – son constitutivas de la tecnología. El conjunto de tecnologías conforma sistemas tecnológicos que procesan insumos materiales e inmateriales para modificarlos con el propósito de obtener los resultados para los cuales fueron creados.
La historia del hombre es también la historia de su tecnología. Desde el primer ser humano que tomó una piedra para defenderse de un depredador hasta los nanochips que nos permiten procesar inimaginables cantidades de datos, la tecnología ha sido protagonista del cambio y progreso de la humanidad.
Las grandes revoluciones cognitiva, agrícola, científica, industrial y posindustrial – o hubiesen sido posibles sin su concurso. Representan el pináculo de la innovación y creatividad humana y expresan nuestro deseo permanente de dominar la naturaleza. No obstante, su desarrollo nunca ha sido constante ni proporcional en el tiempo. Esta afirmación es validada por la velocidad, complejidad, envergadura y poder asociado al cambio tecnológico experimentado especialmente durante las últimas tres décadas. En un lapso de 300,000 a 400,000 años pasamos de controlar el fuego a desarrollar tecnologías cuyas aplicaciones tienen el poder de modificar nuestro entorno, pero también, por primera vez en nuestra historia, de redefinirnos y reconfigurarnos como especie.
Las tecnologias convergentes son las grandes protagonistas del cambio tecnológico contemporáneo. Entre las más disruptivas se encuentran la inteligencia artificial (IA), biotecnología, nanotecnología, robótica, Blockchain, Internet de todas las cosas (IoT, sus siglas en inglés), impresión en 3D o tercera dimensión, el desarrollo de prótesis, computación en la nube y la computación cuántica. Se les denomina convergentes porque fueron creadas para cumplir diferentes funciones y propósitos, no teniendo inicialmente relación alguna entre ellas85, Sin embargo, mientras se van refinando mediante prueba y error, se van encontrando nuevas aplicaciones para la solución de problemas transversales o comunes que gradualmente las terminan integrando al punto de unificarlas. La integración de las tecnologias previamente listadas se expresa mediante el acrónimo NBIC que encapsula los conceptos ‘Nano’ que alude a la escala atómica y subatómica en la que ya opera la tecnología actualss, ‘Bio’ que hace referencia a potentes biotecnologías, ‘Info’ que resalta el rol clave que juega la información y Cogno’ que aborda la dimensión cognitiva potenciada por las tecnologias convergentes. Un ejemplo de convergencia lo aportan los xenobots, formas de vida sintética programados mediante algoritmos evolutivos y creados combinando diversos tejidos biológicos. Para producir estos ‘robots vivos fue necesaria la convergencia entre la IA y la biotecnología
ROCO, M.C. and Sims, (2003) Converging Technologies for Improving Human Performance: Nanotechnology, Biotechnology, Information Technology, and Cognitive Science, Kluwer Academic
Un nanómetro (nm) equivale a la mil millonésima parte de un metro o millonésima parte de un milímetro. Matemáticamente se expresa como 1 nm 10-9 m. A modo de ilustración, un átomo tiene entre 0.5 y 1.5nm de diámetro, una molécula de agua tiene 1.5nm, el diámetro de una hebra de ADN es 2.5nm, una bacteria promedio tiene 1,000nm de longitud y una hoja de papel tiene un ancho de 100,000nm
En enero de 2020 se crearon los primeros xenobots a partir de células madre extraídas del corazón y piel de la especie de rana Xenopus laevis.
En diciembre de 2021 se anunció que los xenobots ya son capaces de reproducirse sin intervención humana. Ver ‘AI-designed Xenobots reveal entirely new form of biological self-replication- promising for
regenerative medicine’, Wyss Institute, https://wyss.harvard.edu/news/team-builds-first-living-robots-that-can-reproduce/