Acercamiento a la Historia



Además, es necesaria la compilación de comentarios para el uso de las escuelas, que puedan describir y valorar la historia respetando la verdad y sin algún peligro para los adolescentes. Por este motivo, una vez realizadas las obras de mayor peso consideradas más confiables por la seguridad de la documentación, guedará por resumir los argumentos principales y transcribirlos con claridad y brevedad; un objetivo por cierto difícil, pero que dará grandes frutos, y por ende, será paramérito
de los mejores ingenios, Esto, por cierto, no es un campo de batalla inexplorado y nuevo; la senda ya ha sido marcada por diversos hombres excelentes a instancias de la Iglesia, quien cultivó con dedición los estudios históricos desde el inicio, recordando que, según los antiguos, eran más próximos
a las materias sagradas que a las profanas.

A pesar de las sangrientas tormentas que se lanzaron desde el principio contra la Cristiandad, muchísimos documentos y testimonios fueron conservados intactos. Así, cuando despuntaron los tiempos más serenos, comenzó a desarrollarse en la Iglesia el estudio de la Historia. Oriente y Occidente vieron en esta materia los doctos trabajos de Eusebio Panfilio, Teodoreto, Sócrates, Sozomeno y otros.

Luego de la caída del Imperio Romano, con la Historia sucedió como con otras nobles disciplinas: no encontraron otro refugio que los monasterios y no tuvieron prácticamente otros cultores que los
religiosos, tanto que, si los monjes de los conventos no se hubiesen preocupado por escribir regularmente los anales, por un gran lapso de tiempo no hubiésemos tenido casi ninguna noticia de aquello que sucedía en las ciudades. Entre lo más cercanos a nosotros, es suficiente recordar a dos estudiosos que ninguno ha superado: Baronio y Muratori, El primero sumó rectitud de ingenio y sutileza de juicio a una increíble erudición; el segundo, si bien en sus escritos «se encuentran también pasajes censurables», sin embargo ilustró los sucesos de la historia italiana con tanta riqueza de documentos como ningún otro lo haya hecho antes. Además de éstos, se podrían recordar fácilmente a muchos otros estudiosos, notables y famosos, entre los cuales querría citar a Angelo Mai, lustre y decoro de vuestro ilustrísimo Colegio.

Saepenumero considerantes
Carta Apostólica de Su Santidad
LEÓN PP. XIII
Sobre el estudio de la Historia de la Iglesia, con ocasión de la apertura de los Archivos Secretos Vaticanos

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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