Respecto a todas nuestras transgresiones que hemos cometido por causa de las añagazas del adversario, roguemos para que nos sea concedido perdón. Sí, y también los que se hacen cabecillas de facciones y divisiones han de mirar a la base común de esperanza. Porque los que andan en temor y amor prefieren ser ellos mismos los que padecen sufrimiento más bien que sus prójimos; y más bien pronuncian condenación contra sí mismos que contra la armonía que nos ha sido entregada de modo tan noble y justo. Porque es bueno que un hombre confiese sus transgresiones en vez de endurecer su corazón, como fue endurecido el corazón de los que hicieron sedición contra Moisés el siervo de Dios; cuya condenación quedó claramente manifestada, por que descendieron al Hades vivos (Nm. 16, 30.33), y la muerte será su pastor (Sal. 49, 15). Faraón y sus huestes y todos los gobernantes de
Egipto, sus carros y susjinetes, fueron sumergidos en las profundidades del Mar Rojo, y perecieron, y ello sólo por la razón de que sus corazones insensatos fueron endurecidos después de las señales y portentos (Ex. 7, 3; Hch. 7, 36) que habían sido realizados en la tierra de Egipto (Ex 14,23ss) por la mano de Moisés el siervo de Dios
Clemente de Roma, Epistola a los Corintios
Padres Apostólicos Siglo I
