El reino de la igualdad debe vigilar constantemente que nadie logre lo que otros no son capaces de lograr; que nadie desarrolle sus potencias individuales más allá de la media, so pena de convertirse en una «calamidad social»; que nadie desarrolle siquiera su inteligencia más allá de lo permitido; que nadie destaque del resto del rebaño. La sociedad igualitaria es, en realidad, una sociedad de hombres anulados, mediocres y conformistas, con sus individualidades guillotinadas por los «administradores
de lo común», La persona ha quedado totalmente disuelta en el colectivo, y Babeuf no ha podido oponer al «despotismo de los mercaderes» nada más que un nuevo tipo de despotismo: el despotismo de los igualadores.
Pero la realidad política que enfrenta Babeuf tiene un color particular, que hace que su relación con el pueblo resulte novedosa. Robespierrey su Convención han caído; la Reacción Termidoriana que desalojó a los jacobinos del poder refleja un estado de la conciencia popular que poco tiene que ver con la efervescencia revolucionaria de poco tiempo atrás. El pueblo, según parece, no va a pelear por el retorno de los jacobinos ni va oponerse decididamente a aquellos que cortaron la cabeza de
Robespierre. Lejos ya del fervor popular revolucionario, Babeuf se encuentra frente a una «masa pasiva», un pueblo «ya fatigado e indiferente»
*La Reacción Termidoriana fue un término utilizado para describir un período en la Revolución francesa que siguió a la caída de Maximilien Robespierre y sus seguidores, quienes fueron ejecutados durante el llamado «golpe de Estado» del 9 de Termidor del año II (27 de julio de 1794). Se produjo entonces un giro hacia políticas más moderadas.
Babeuf, «Nuevos preparativos para el combate del Tribuno del Pueblo», en El tribuno del pueblo, p. 52
Babeuf, «El manifiesto de los plebeyos», p. 22
