Los discipulos más cautos de Lamernnais no le acompañaron en la apostasía, y quedaron por ello en condiciones de continuar su obra. Entre estos estaba Henri Lacordaire, que desempeñará un papel central en el desarrollo de las ideas católico-liberales en los años siguientes. Lacordaire es ordenado sacerdote en 1827. Espíritu orgulloso, se imaginaba en el rol de un grande reformador: «Osaré decir que he recibido de Dios la gracia de comprender este siglo, que tanto he amado y de conferir a la verdad un nuevo color que le permita de alcanzar un número mayor de personas», Después de la encíclica Mirari Vos, Lacordaire abandona al maestro pero no sus ideas. En 1835, el Arzobispo de París le ofrece la cátedra de Notre Dame. Sus sermones, seguidos por la flor de la sociedad parisiense, se convierten en el principal vehículo de la propaganda católica liberal.
Lacordaire jugó también otro papel fundamental en la difusión de las ideas revolucionarias en ámbito católico. Él es el restaurador en Francia de la Orden dominicana, prohibida desde 1790. Muchos se opusieron a este paso. Temían, comno lo admitió el mismno Lacordaire, que «la Orden fuese destinada a convertirse en un refugio de los secuaces de Lamennais». Lamentablemente tenían razón. Los nuevos dominicos recibieron de Lacordaire una educación liberal. He ahí el origen del ala progresista de los dominicos franceses, que en el siglo XX desarrollará la Nouvelle Théologie, fundamento de la Teologia de liberación
Marc ESCHOLIER, Lacordaire, p. 113.
Lacordaire (1802-1861), french dominican, politic activist, journalist, writer and preacher.
