Todo cambió en 1792, con la llegada al trono de Francisco II – úultimo emperador del Sacro Imperio, y 1° de Austria que frenaria la expansión masónica radicalmente: la Gran Logia de Austria se vio obligada a <abatir columnass, suspendiendo su actividad. El nieto de María Teresa se enfrentó a la revolución más decididamente queSigue leyendo «Arrancar de raíz al cristianismo»