Evangelio según san Mateo, 1: 20- 20 Y estando él pensando en esto, he aquí que el Angel del Señor le apareció en sueños, diciendo: «José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer: porque lo que en ella ha nacido, de Espíritu Santo es». (v. 20)
Al llamarlo hijo de David, quiso traer a su memoria la promesa de Dios a David: «Que Cristo nacería de su linaje»
Pseudo- Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1
