La idea de «hegemonía'» en Gramsci ha superado, en este orden, la mayor parte del economicismo que aquélla contenía. iPor qué? Porque ahora la hegemonía precisará en adelante de un accionar cultural que Gramsci llamará «intelectual-moral»: la hegemonía se realiza generando cambios al nivel cultural, y no es una simple alianza
económico-política como pregonaba Lenin, ni es la asunción de tareas externas a la propia clase como planteaba Plejanov. La hegemonía en Gramsci se da en un terreno de
gran trascendencia: el de los valores, creencias, identidades y en definiti va, el de la cultura: «Toda revolución anota Gramsci- ha sido precedida por un intenso trabajo
de crítica, de penetración cultural, de permeación de ideas a través de agregados humanos al principio refractarios y sólo atentos a resolver día a día, hora por hora, y
para ellos mismos su problema económico y político, sin vínculos de solidaridad con los demás que se encontraban en las mismas condiciones»
Gramsci, Antonio. Para la reforma moral e intelectual. Madrid, Libros de la Catarata, 1998, * p. 25