Fanatismo religioso y la necesidad de creer en algo



No cabe duda que en tratándose de materias religiosas tiene el hombre una propensión muy notable a dejarse dominar de una idea a exaltarse de ánimo en favor de ella a trasmitirla a cuantos le rodean a propagarla luego por todas partes llegando con frecuencia a empeñarse en comunicarla a los otros aunque sea con las mayores violencias. Hasta cierto punto se verifica también el mismo hecho en las materias no religiosas; pero es innegable que en las religiosas adquiere el fenómeno un carácter que le distingue de  cuanto acontece en esfera diferente.

En cosas de religión adquiere el alma del hombre una nueva fuerza una energía terrible una expansión sin límites: para él no hay dificultades no hay obstáculos no hay embarazos de ninguna clase: los intereses materiales desaparecen enteramente los mayores padecimientos se hacen lisonjeros los tormentos son nada la muerte misma es una ilusión agradable.

El hecho es vario según lo es la persona en quien se verifica según lo son las ideas y costumbres del pueblo en medio del cual se realiza; pero en el fondo es el mismo: y examinada la cosa en su raiz se halla que tienen un mismo origen las violencias de los sectarios de Mahoma que las extravagancias de los discípulos de Fox. Acontece en esta pasión lo propio que en las demás que si producen los mayores males es sólo porque se extravian de su objeto legitimo se dirigen a él por medios que no están de acuerdo con lo que dictan la razón y la prudencia: pues que bien observado el fanatismo no es más que el sentimiento religioso extraviado; sentimiento que el hombre lleva consigo desde la cuna hasta el sepulcro y que se encuentra como esparcido por la sociedad en todos los periodos de su existencia.

Hasta ahora ha sido siempre vano el empeño de hacer irreligioso al hombre: uno que otro individuo se ha entregado a los desvarios de una irreligión completa pero el linaje humano protesta sin cesar contra ese individuo que ahoga en su corazón el sentimiento religioso. Como este sentimiento es tan fuerte tan vivo tan poderoso a ejercer sobre el hombre una influencia sin límites apenas se aparta de su objeto legítimo apenas se desvía del sendero debido cuando ya produce resultados funestos: pues que se combinan desde luego dos causas muy a propósito para los mayores desastres como son: absoluta ceguera del entendimiento y una irresistible energía en la voluntad.
Cuando se ha declamado contra el fanatismo buena parte de los protestantes y filósofos no se han olvidado de prodigar ese apodo a la Iglesia católica; y por cierto que debieran andar en ello con más tiento cuando menos en obsequio de la buena filosofía

Sin duda que la Iglesia no se gloriará de que haya podido curar todas las locuras de los hombres y por tanto no pretenderá tampoco que de entre sus hijos haya podido desterrar de tal manera el fanatismo que de vez en cuando no haya visto en su seno algunos fanáticos; pero sí que puede gloriarse de que jamás religión alguna ha dado mejor en el blanco para curar en cuanto cabe este achaque del espíritu humano; pudiendo además asegurarse que tiene de tal manera tomadas sus medidas que naciendo el fanatismo le cerca desde luego con un vallado en que podrá delirar por algún tiempo pero no producirá efectos de consecuencias desastrosas.

Esos extravios de la mente esos sueños de delirio que nutridos y avivados con el tiempo arrastran al hombre a las mayores extravagancias y hasta a los más horrorosos crímenes se apagan por lo común en su mismo origen cuando existe en el fondo del alma el saludable convencimiento de la propia debilidad y el respeto y sumisión a una autoridad infalible: y a que a veces no se logre sofocar el delirio en su nacimiento se queda al menos aislado circunscrito a una porción de hechos más o menos verosímiles pero dejando intacto el depósito de la verdadera doctrina y sin quebrantar aquellos lazos que unen y estrechan a todos los fieles como miembros de un mismo cuerpo


Protestantismo comparado con el Catolicismo y sus realizaciones europeas, Jaime Balmes. 1842

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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