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Ni podrá ser excluido de esta unidad el Espíritu de ambos, es decir, el Espíritu del Padre y del Hijo. Este Espíritu Santo se dice Espíritu de verdad, que el mundo no puede recibir (Jn. 10, 14-17). Nuestro gozo será plenitud al deleitarnos en el Dios Trinidad , a cuya imagen hemos sido creados. Por eso se habla, alguna vez, del Espíritu Santo como si bastase para nuestra bienaventuranza, y basta porque es inseparable del Padre y del Hijo como también es suficiente el Padre, pues no puede existir separado del Hijo y del Espíritu Santo; como asimismo es suficiente el Hijo, por estar inseparablemente unido al Padre y al Espíritu Santo. ¿Qué sentido dar a estas palabras: Si me amáis, guardad mis mandamientos; y yo rogaré al Padre y os dará otro abogado, que permanecerá para siempre con vosotros, Espiritu de verdad, que el mundo (es decir, los amadores del mundo) no puede recibir? (n. 14, 15-17) El hombre animal no percibe las cosas del Espíritu de Dios (1Co. 2, 14).

La frase: Y yo rogare al Padre y os enviará otro abogado, pudiera a primera vista parecer como si el Hijo solo no bastase. En otro pasaje se habla como si el Espíritu Santo fuera suficiente. Cuando venga el Espíritu de verdad, os enseñará toda verdad (Jn. 16, 13). <Por ventura se excluye aquí el Hijo y se distancia del Es- píritu Santo, como si Él no pudiera enseñarnos toda verdad, o el Espíritu Santo hubiera de suplir las deficiencias de su enseñanza? Si esta interpretación place a mis adversarios, digan que el Espíritu Santo, a quien ellos consideran inferior, es superior al Hijo. ¿es que al no decir: Él solo; o: Nadie sino Él os enseñará toda verdad, se nos permite creer que con Él enseña también el Hijo? Excluye el Apóstol al Hijo cuando se trata de la ciencia de Dios, al decir: Nadie conoce las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios? (1Co. 2, 1 1) Aquí pudieran estos hombres perversos afirmar que el Espíritu Santo revela al Hijo los secretos de Dios, como el superior al inferior, pues el mismo Hijo le atribuye tan gran poder cuando dice: Porque os he dicho estas cosas, se llenó de tristeza vuestro corazón. Pero os digo la verdad: os conviene que yo me vaya, porque, si no me fuere, el abogado no vendrá a vosotros (Jn. 16, 6-7)

De Trinitate.  Agustín de Hipona

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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