Farándula



Guy Debord es el gran pensador de la sociedad del espectáculo. Según Debord, la lógica del espectáculo establece que <lo que aparece es bueno, lo bueno es lo que aparece>. Por eso, en la sociedad del espectáculo, la representación es lo que cuenta.

Las pantallas proyectan esas representaciones, que se convierten en puntos de referencia para la vida, simplemente por aparecer. Debord escribe hacia fines de la década de 1960. En la sociedad del espectáculo que analiza, con la televisión en su centro, no cualquiera puede aparecer. Aquella está estratificada entre los que aparecen y los que no aparecen; entre los que miran y los que son vistos. Debord habla de un <sector que concentra toda la mirada y toda la conciencia>. Toda la mirada y toda la conciencia se abocan a una vigilancia que no cesa sobre unos pocos. Pero en este tipo de vigilancia, podría decirse que el poder está del lado de quienes son vigilados y no de los vigilantes. Una lógica inversa al panóptico que propone Foucault como arquitectura del poder disciplinario, donde el carcelero que vigila al preso es quien ejerce el poder.

El sector al que se refiere Debord es lo que podemos hoy llamar farándula. Son los que aparecen porndoquier. Su poder no se basa en la disciplina, sino en la seducción. Por eso no son carceleros, sino celebridades. Las miradas que atraen vigilan sus conductas, sus estilos, sus opiniones, sus gustos, sus familias, sus proyectos y sus vidas en general. Pero esa vigilancia no está al servicio de disciplinar estos elementos, sino de imitarlos. Por ello, la farándula, junto a la moda, se levanta como uno de los dispositivos de subjetivación más importantes de nuestra sociedad del espectáculo. La farándula construye identidad no solamente para sí, sino para los demás. La deriva de la identidad pide a gritos referencias a las que poder sujetarse. La fragmentación sin cesar de la mismidad se agarra de la mímesis con manotazos de ahogado. <Mímesis> es una palabra muy cara a los griegos, y significa imitación. Aristóteles, en su Poética, dice que el hombre <se diferencia de los demás animales en que es muy inclinado a la imitación>. El Estagirita piensa en cómo los hombres <disfrutan viendo las imágenes>. Así, la imitación adquiere para aquel un tono más recreativo y ocioso que identitario.
Las imágenes son imitaciones, y, por tanto, nunca son idénticas a sí mismas, sino más bien representaciones de otras cosas. Por eso, la identidad que se ancla en la imitación de una
imagen nunca es más que una representación de otra cosa que es a su vez representación de otra.
Así, la imitación de la celebridad es la imitación de la imagen de la celebridad como objeto siempre nediado, y no de la persona-celebridad como tal, que resulta inaccesible. La personalidad ampliamente conocida no es cosa nueva. La palabra <famoso> se forma con el sufijo <-oso>, que denota abundancia del objeto o cualidad sufijados, y la voz latina fama, que significa <renombre>. <Fama> guarda relación, a su vez, con el griego antiguo feme, y con fari, que significan hablar. <Famoso> es aquel sobre el que todos hablan, porque todos lo conocen. Las sociedades tradicionales no carecían de este tipo de referencias en las que se fijaba la mímesis. Los dioses, los héroes y los santos eran referencias por todos conocidas, y eran, en este sentido, <famosos> a su manera. La base de la fama era la trascendencia de sus relatos y de sus vidas. Como la fama depende del conocimiento que se tiene de una persona, y esto a su vez está condicionado por las capacidades técnicas de los medios de comunicación, estos <famosos> iel viejo mundo tradicional no eran muchos, pero e conocimiento sobre sus personas y sus hazañas se transmitía de generación en generación. Es decir, su fama duraba. En las puertas de la modernidad temprana, con la invención de la imprenta y el desarrollo de las ciudades, se va a extender el conocimiento del
que gozarán hombres concretos que en su propio
tiempo experimentarán un reconocimiento social
extenso. Son, sobre todo, los escritores y los artistas. Ahora son más, y se los reconoce mientras todavía viven, pero se desdibujan más rápido después de la muerte. La base de su fama, en este caso, es la genialidad: la figura del <genio> irradiará fama desde el Renacimiento. <En público se me identifica como el hombre que recibió una carta de Erasmo>, escribía uno de los amigos de este, dando testimonio del encanto que produce la fama.
Pero hoy la fama descansa en algo muy distinto: no en la trascendencia, no en la genialidad, sino en el mero aparecer. Así, el famoso se vuelve mera farándula. La palabra <farándula> ya se encuentra ennel diccionario de Francisco Rosal de 1611, definida como <Farandula y Farandulero de fari, parece lo mesmo que habladores y que con dichos y chistes ganan de comer> (sic). En un principio, esta palabra no quiere decir que todos hablen de uno, sino más bien que uno se gana la vida hablando comicidades
De esta forma, la farándula no es trascendente ni genial: es cómica. No realiza grandes hazañas ni milagros, y tampoco tiene el poder creativo del genio: se limita a entretener. Por eso aparece vinculada a los teatros. La voz alemana fahrende, a la que también se ha vinculado la palabra <farándula>, significaba <pandilla de cómicos vagabundos>. Hoy el diccionario de la Real Academia Española define la farándula como <Profesión de quienes se dedican al mundo del espectáculo, especialmente del teatro>, La farándula irrumpe en la historia y termina arrebatando el lugar del famoso, cuando el motivo de la fama se confunde con su definición: si famoso es aquel que resulta ampliamente conocido, la farándula está compuesta
por aquellos que son ampliamente conocidos por ser famosos. Esto significa que la base de la fama de la farándula no está tanto en lo que hace, sino en que sencillamente aparece

Guy Debord, La sociedad del espectáculo (Valencia: Pre-Textos, 2002), p. 41

Michel Foucault, Vigilar y castigar (México D. F.: Siglo XXI, 2016)

Aristóteles Poética, 14486 5210

Peter Watson, Ideas. Historia intelectual de la humanidad (Colombia: Planeta, 2017), p. 630

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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