se burlaba del cardenal católico amenazándolo: «Eminencia, ¿no sois conscientes de que tengo poder para destruir la Iglesia católica?». A lo que el cardenal respondió: «Majestad, los clérigos católicos nos hemos esforzado en destruirla durante los últimos ochocientos años. No hemos tenido éxito, y usted tampoco lo tendrá»
