Evangelio según san Mateo, 5: 29- 30 «Y si tu ojo derecho te sirve de escándalo, sácalo y échalo de ti. Porque te conviene perder uno de tus miembros antes que todo tu cuerpo sea arrojado al fuego del infierno. Y si tu mano derecha te sirve de escándalo, córtala y échala de ti, porque te conviene perder uno de tus miembros antes que todo tu cuerpo vaya al fuego del infierno». (vv. 29- 30)
Si según el profeta ( Sal 37,4 ), no hay nada que no esté herido por el pecado en nuestra carne, debemos cortarnos cuantos miembros tenemos para que la pena de éstos pague la malicia de la carne. Pero veamos si así puede entenderse del ojo corporal y de la mano. Así como todo hombre, cuando se convierte a Dios, está muerto al pecado, así el ojo, cuando deja de mirar mal, se separa del pecado, pero ni aun así está conforme. Si el ojo derecho te escandaliza, ¿el izquierdo qué hace? ¿Acaso contradice al derecho para que se conserve inocente?
Pseudo- Crisóstomo, opus imperfectum in Matthaeum, hom. 12
