Evangelio según san Mateo, 6: 9- 9 «Vosotros, pues, así habéis de orar: Padre nuestro que estás en los cielos. Santificado sea tu nombre». (v. 9)
El que nos dio la vida nos enseñó a orar para que cuando hablamos al Padre por medio de la oración que nos enseñó el Hijo, seamos oídos con más facilidad. Es una oración amigable y familiar el rogar a Dios con su propia oración. Conoce el Padre las palabras de su Hijo cuando le rogamos, y como lo tenemos por Abogado ante el Padre por nuestro pecados ( 1Jn 1 ), cuando los pecadores rogamos por nuestros delitos debemos tomar las palabras de nuestro abogado
San Cipriano, de oratione Domini
