Evangelio según san Mateo, 6: 34- 34 «Y no andéis cuidadosos por el día de mañana. Porque el día de mañana a sí mismo se traerá su cuidado: le basta al día su propia malicia». (v. 34)
O de otro modo. Por hoy se designan las cosas que son necesarias a la vida, y cuando dice mañana se refiere a lo que ahora es superfluo. Dice, pues: «No queráis andar preocupados por lo que es propio del día de mañana», esto es, no cuidéis de las cosas que mañana
necesitaréis para la vida, sino sólo del alimento necesario para hoy. Lo que es superfluo, como lo es lo del día de mañana, ya se cuidará a su tiempo. Y éste es el sentido: «El día de mañana, ya tendrá buen cuidado de buscarse lo necesario». Como si dijese: cuando reúnas cosas superfluas ellas mismas se cuidarán de sí, no pudiendo tú disfrutarlas, encontrarán muchos dueños que cuiden de ellas. Por qué te cuidas tanto de las cosas que has de dejar a otro? Es suficiente para cada día su propio afán, esto es, te basta el trabajo que empleas para conseguir las cosas necesarias, no quieras, pues, andar solícito acerca de las cosas superfluas
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum in Matthaeum,
hom. 16
