Evangelio según san Mateo, 7: 6- 6 «No déis lo santo a los perros, ni arrojéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las huellen con sus pies y volviéndose contra vosotros los perros os despedacen». (v. 6)
Santo es el bautismo, la gracia que se concede por medio del sagrado cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, y otras del mismo orden.
Los misterios de la verdad son las perlas, porque
así como las perlas cuando están en las conchas se encuentran en lo profundo del mar, así los misterios divinos se encuentran en la profundidad del sentido de las Sagradas Escrituras.
Pseudo- Crisóstomo, opus imperfectum in
Matthaeum, hom. 17
