Evangelio según san Mateo, 10: 21- 22 «Y el hermano entregará a su hermano, y el padre a su hijo, y los hijos se insurreccionarán contra sus padres, y los harán morir; y os tendrán odio todos los hombres, a causa de mi nombre; mas el que perseverare hasta el fin, ése será salvo». (vv. 21- 22)
Son menores los tormentos que experimentamos, cuando provienen de los extraños, que los que sufrimos cuando proceden de aquellos que creíamos nos tenían cariño y buena voluntad; porque en este segundo caso, los tormentos del cuerpo se unen a la pena de haber perdido el cariño
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 35,3
