La libertad de predicar la verdad
Evangelio según san Mateo, 10: 32- 33 «A todo el que me confesare, pues, delante de los hombres, también le confesaré Yo delante de mi Padre, que está en los cielos; y al que me negare delante de los hombres, también le negaré Yo delante de mi Padre, que está en los cielos». (vv. 32- 33)
Después de disipar el Señor el temor que tanto angustiaba el alma de sus discípulos, vuelve de nuevo a darles fuerzas con las cosas que han de conseguir; no solamente les desvanece todo temor, sino que los eleva, con la seguridad de mayores recompensas, en la libertad de predicar la verdad, diciendo: «A todo el que me confesare delante de los hombres, confesaré Yo también delante de mi Padre, que está en los cielos»
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 34,3
