Escribió el Evangelio para los judíos, para quienes hubiera estado de más exponer la naturaleza de la divinidad que ya conocían, pero les era necesario que se les manifestase el misterio de la encarnación. Juan escribió el Evangelio para los gentiles que no sabían si Dios tenía un Hijo y fue por ello preciso primero enseñarles que hay un Hijo de Dios, que es Dios, y luego que este Hijo de Dios tomó carne
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1
