el gobierno de la Sinagoga en aquel tiempo se daba de manera conjunta entre Caifás y Anás, siendo, este último, quien gobernaba entre las sombras a causa de su prestigio, riqueza y experiencia. Es Flavio Josefo quien nos dice que Anás llegó a tener en el cargo a sus 5 hijos, además de a su yerno. Era como «el padrino» del rabinato: poseedor de una extraordinaria energía y de un enorme talento diplomático, su influencia entre las castas sacerdotales había permanecido intacta a pesar de haber sido depuesto tiempo atrás. Renan[35], heterodoxo y todo, le endilga directamente la responsabilidad del arresto de Nuestro Señor: «es un hecho perfectamente comprobado que la autoridad sacerdotal, de hecho, estaba sólidamente asentada en manos de Anás. Y es bastante probable que la orden de arresto proviniera de él. Por tanto, es normal que Jesús fuera llevado inmediatamente a presencia de este influyente personaje»[36]
¡Crucifícalo!: Análisis histórico-legal de un deidicio
Javier Olivera Ravasi
