Evangelio según san Mateo, 4: 3- 4 Y acercándose el tentador le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan». Quien respondiendo dijo: «Está escrito, no de sólo pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios». (vv. 3- 4)
Este testimonio está tomado del Deuteronomio. Por lo que, si alguno no se alimenta de la palabra de Dios, no puede vivir, porque así como el cuerpo humano no puede vivir sin el alimento terreno, así el alma no puede vivir sin la palabra de Dios. Se dice que la palabra procede de la boca de Dios, cuando manifiesta su voluntad, por medio de las Sagradas Escrituras
Rábano
