Apocalipsis (12,18- 13,10) 18 Yo estaba de pie, sobre la arena del mar. 13 1 Vi surgir entonces del mar una Bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. Llevaba en sus cuernos diez diademas, y en sus cabezas, títulos blasfemos. 2 Esta Bestia se parecía a un leopardo, pero tenía patas como de oso, y fauces como de león. El Dragón le entregó su poder y su trono, y le concedió gran poderío. 3 Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero aquella llaga mortal se le curó. Entonces la tierra entera siguió maravillada a la Bestia. 4 Se postraron ante el Dragón, porque había dado el poderío a la Bestia, y se postraron ante la Bestia diciendo: «¿ Hay alguien como la Bestia? ¿Quién puede luchar contra ella?» 5 Le dieron una boca que profería grandezas y blasfemias, y le concedieron además poder de actuar durante cuarenta y dos meses. 6 Ella abrió entonces su boca para blasfemar contra Dios: contra su nombre, el de su morada y el de los que moran en el cielo. 7 Se le permitió hacer la guerra a los santos y vencerlos; y se le concedió poderío sobre toda raza, pueblo, lengua y nación. 8 La adorarán todos los habitantes de la tierra cuyo nombre no está inscrito, desde la creación del mundo, en el libro de la vida del Cordero degollado. 9 El que tenga oídos, que oiga. 10 El que ha de ir a la cárcel, a la cárcel irá; el que ha de morir a espada, a espada morirá. Aquí se requiere la paciencia y la fe de los santos
